El olor tras una tormenta de verano…
El aroma del café recién hecho….
El del salitre del mar y el del estiércol de las cuadras…
… Me huelen a verano y al ocio de mi infancia.
El olor del humo de chimenea y el que desprenden los asadores de los pueblos de la sierra un sábado a la hora de comer.
El olor de los libros… Hundir la nariz dentro de un libro nuevo y aspirar ese olor… Ooh!…y el de las lilas, también el olor de las lilas…
Los olores tienen un gran poder para crearnos emociones ya que el cerebro registra esos vínculos y un olor percibido en el presente hace que viajemos en el tiempo y se reproduzcan en nosotros emociones sentidas en aquel momento. Los que nos hacen sentir bien suelen ser olores de nuestra infancia desprovista de preocupaciones y olores del ocio que nos gusta.
Puedes investigar y hacer tú propio listado usándolo como terapia, procurándote una buena dosis de ellos, verás q bien sienta! Son pequeños gestos por nuestro bienestar que tenemos a mano y no usamos, pero que realmente son en sí mismos una terapia física muy eficaz.
Incluso sin olerlo, la imaginación puede casi sentirlo. Si tuvieras que quedarte con el olor preferido de tu listado ¿cuál sería? ¿A qué te recuerda?
Os deseo un muy feliz descanso a tod@s!
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