Me encanta compartir con vosotros las «buenas noches» pero yo tiendo a acabar los días muy tarde, (organizaré mejor estas publicaciones tan anárquicas que me traigo).
Si me estáis leyendo en tiempo real, lo más probable es que también estéis buscando el sueño, así que no es el momento de tener ni un solo pensamiento más que encienda de nuevo esas neuronas que necesitan descansar.
A estas horas ¿qué tal si abres ya otra puerta que te lleve de la mano a tu escena-refugio?
Se trata de ese lugar perfecto en el que se para el tiempo y desaparece el dolor, te sientes protegido, tranquilo…
Simplemente es tu rincón favorito, esa imagen en la que te gusta pensar cuando estás cansado… tiene que caber en un cuadro, según lees esto seguro que la tienes muy clara y nada más entrar en ella, te envuelve la calma.
Tal vez sea ese lugar desde el que te encanta contemplar el mar,
O un confortable sofá frente a una ventana,
Puede ser un camino.
Pueden ser infinitos rincones que se han quedado grabados en tu mente porque fueron escenario de momentos muy especiales.
También puede ser entre los brazos de una persona…
E incluso esa escena que has soñado tantas veces que ya parece absolutamente real.
Si lo tienes a mano, perfecto! pero para las ocasiones en que no sea así, sal del mundo por un agujerito con un chasquido de dedos y lárgate allí, evócalo con tu imaginación y toma posiciones durante un buen rato.
Es un recurso fantástico para crearnos un inmediato bienestar. Cuando salgas, saldrás nuevo.
¿Cuál es tu escena-refugio?
¿Juntamos mil lugares donde se calma el dolor?
💙💙💙 Dulce despertar!