… ES NO PERDER NUNCA EL ENTUSIASMO DE UN NIÑO»
Llevamos tres días con madrugadas de Perseidas, «Lágrimas de San Lorenzo» para los cristianos, que en su martirio pidió que se nos concediera al resto de los mortales un deseo cuando las observáramos, y «Estrellas fugaces» para los románticos (aunque en realidad no sean estrellas sino meteoritos).
En todo caso son noches románticas.
Contemplar un cielo estrellado a la expectativa de dejarse sorprender por un cuerpo brillante que se desplaza a toda velocidad dejando una estela de luz hasta que desaparece en el infinito es una experiencia bellísima.
Si andas por ahí disfrutando de esta madrugada fuera de las luces de ciudad.
Si estás desvelado y el sueño tarda en llegar.
Si te toca trabajar de noche y puedes darte un respiro.
O incluso si eres un loco de la astronomía y estas con el telescopio en mano…
Olvida por unos segundos tu parte racional y juega, ponle poesía a la vida, disfruta de mitos y leyendas… Mira al cielo atento, pilla a tu estrella fugaz y pídele un deseo.
Mañana ya te pondrás manos a la obra con tu plan de acción para no defraudar tú a tú estrella, pero juntas podéis hacer un gran equipo.
Felices sueños 💙💙💙