Qué ganas tenía ya de que llegara Julio y tener más tiempo para estar con vosotros relajadamente, sin prisas.
Perdonadme por tantos días sin escribir; aunque algunos trabajos se ajetrean en diciembre para cerrar el año, el mío (como muchos de los vuestros seguramente) se acompasa más con el año escolar y Junio se vuelve un mes de trabajo extra.
Pero… por fin llegan las horas largas y sosegadas de Julio donde yo aprovecharé para mimar a los pacientes que se queden aguantando estoicamente los calores madrileños y para mimarme yo también regalándome escapaditas cortas, porque este año toca quedarme cerquita.
También aprovecharé para hacer cosas en el blog, que me apetece mucho, recibo tanto apoyo vuestro que querría daros la luna.
Pero ¿sabéis algo maravilloso que podemos hacer todos, salgamos de vacaciones o no?
Hacer esas cosas que vamos dejando para el final, para cuando cumplamos con tooodas esas prioridades que ocupan los primeros puestos en la lista.
Sospecho que quien hizo esa lista nos tomó el pelo y la hizo al revés porque LO QUE DEJAMOS PARA CUANDO NOS SOBRE TIEMPO (que nunca nos sobra) ES LO QUE REALMENTE IMPORTA:
dedicar tiempo a los amigos, escuchar sin prisas, dibujar, reír, bailar, percibir lo que nos rodea con los cinco sentidos, leer, saltar, amar de verdad…
Podréis pensar: «sí, sí pero ¿quien cumple con las obligaciones?, ya quisiera yo!». (De hecho yo también lo pensaba y por eso he tardado tanto en escribir y vuelvo a arrancar precisamente con ésta idea)
¿Y si nos atrevernos a darle la vuelta a la lista?
Lo mismo el resultado nos sorprende.💙💙💙
(Ilustración de Adrián Valencia)