Hay ojos color miel, los hay pardos o de ese precioso marrón oscuro… casi negros, los hay grandes, almendrados, rasgados… pero hoy no quiero hablar de unos ojos que miran a otros y se gustan, hoy no hablo de amor ni de atracciones, ni siquiera del lenguaje de las miradas, porque hoy no me importa lo que unos ojos deseen decir, sino lo que dicen sin querer hacerlo.

De entre todas las contradicciones con las que convivo, está la de ser igual de pudorosa con la intimidad ajena que de voyeur, así que confieso que me encanta espiar tus ojos cuando miran hacia otro lado, cuando creen que nadie los ve; sin darme cuenta me descubro descifrando el jeroglífico que encierran, intento averiguar esas cosas que no se preguntan ni se cuentan porque están más allá de lo que posiblemente queramos y debamos saber; así que suelo desandar lo andado y deleitarme simplemente con los matices de tu iris.

Todos tememos que a través de los ojos se nos escape información confidencial con la que puedan dañarnos y para proteger nuestra intimidad tenemos muchos escudos defensivos: pestañeamos, desviamos la mirada, seducimos, nos escondemos tras las palabras y las risitas nerviosas…

Pero voy a contaros un ejercicio solo apto para valientes, de resultados muy reveladores para que lo tengáis ahí por si algún día os apetece probarlo. Es difícil e intenso pero muy interesante para descubrir cosas en nosotros y para acortar el camino habitual que recorremos hasta que descubrimos si hay encuentro o desencuentro entre dos personas. Insisto en que mucha gente no quiere descubrirlo y es lícito.
Elige a alguien, conocido o desconocido, con vínculo emocional o sin él y sontened la mirada sin tiempo, sin interferencias… pasad por el sentimiento de ridiculez, por risitas y… seguid… La mirada sin palabras es una conversación. Pautad quien habla primero con la mirada y quien escucha, alternad tras un tiempo los roles y terminad con una conversación sin que esté pautado quien habla y quien escucha.10 minutos para cada una de las tres opciones como mínimo y cómo máximo el que querais y por supuesto, tampoco hay que hacer uno tras otro, elegid una opción y otro día otra opción.

PDT.:Los ojos marrón oscuros casi negros en los que yo estoy pensando ocultaban tanto que me provocaban la misma reacción que la de un imán: de atracción inicial y de repulsión final al mantener demasidado tiempo su opacidad.

¿Te atreves? ¿Te sugiere? ¿Te lo dejas en reserva?

Feliz descanso para arrancar con el mes de marzo llenos de energía!!
💙💙💙