Asumo mi responsabilidad del mundo en el que vivo

Estamos todos con la resaca de un fin de semana trágico, porque a los ciudadanos de primera sí se les concede más espacio en los medios de comunicación y nos han bombardeado con información de la barbarie a la que puede llegar el ser humano.

A veces la tristeza y la ira que sentimos las personas ante la atrocidad del ser humano como especie, nos crea tal impotencia que no sabemos qué hacer para aportar algo productivo más allá de sumarnos a los actos simbólicos que expresan esa condena.

No entro a valorar acciones políticas, militares o sociales porque no es la temática de este blog y ese debate se lo dejo a los expertos.

Pero centrándome en mi competencia “Yo asumo la responsabilidad del mundo en el que vivo» porque creo que la verdadera solución está en las manos de cada uno de nosotros.
Confío en que toda ésta locura que nos rodea y de la que no nos creemos culpables, lejos de quedarse en conversaciones de café en las que nos victimizamos y nos indignamos cargando las tintas en acciones políticas o sociales fuera de nuestro alcance, nos haga caer en la cuenta de que no somos los buenos, sino los responsables del mundo que tenemos.

Contribuimos a él al bromear con chascarrillos de superioridad frente a otras razas, al no leer ni fomentar la cultura para formar opiniones con criterio propio y mentes fuertes ante la manipulación, en vez de ser papagayos de creencias rígidas heredadas o ajenas, al hablar sobre cualquier tema como si estuviéramos en posesión de la verdad, al juzgar sin pudor ni empatía la vida de los demás, al cultivar el egocentrismo, la marginación de los débiles y de las minorías, el machismo, el materialismo… y ser modelo de todo esto ante nuestros hijos.
Podemos hacer mucho más que sumarnos a los gestos simbólicos que condenan tantas cosas de nuestro mundo que no nos gustan. La mejor lucha es «Estar atentos a nosotros mismos»; porque este mundo es la suma de cada una de nuestras acciones individuales cotidianas.

Y como podéis entrever, este post encierra una emoción un poco iracunda por lo que yo soy la primera que tengo que aplicarme el cuento y leer con atención esta frase de Plutarco:
«Cuando uno es transportado por la cólera, lo mejor es observar con atención los efectos en aquellos que se entregan a la misma pasión»

Voy a respirar hondo y a relajarme con una infusión de buenas noches. Que tengáis dulce despertar!
💙💙💙