Día Libre

Ya se acabó el mes de enero.
Un mes en el que yo he llagado a la meta arrastrándome en los últimos metros.
Mucho dolor. Mucho trabajo.

Todos sabemos de enfermedades, todos sabemos de pérdidas, de decepciones que te dejan fuera de juego y de adioses.
Pero cuánto más sé de todo eso más….mucho más apasionante me parece la vida.

A pesar de que la tristeza te arranque de cuajo la alegría y de que las pérdidas te instalen vacíos eternos en el alma, a pesar de ellos, poco a poco te reinventas en un nuevo paisaje.

Pero vamos con el hoy.

Hoy me tomé el día libre.
Pensaba dormir sin fin, deleitándome con ese duermevela en el que eres muy consciente de lo a gustito que estás, vuelta para allá, vuelta para acá.
Pero mi inconsciente eligió el mismo día para liármela y meterme en unos sueños de lo más raros, así que tuve que saltar de la cama y decirle «ahí te quedas!, puedes seguir con tus andanzas, nada consideradas conmigo por cierto, pero sin mi»

Me fui a la cocina a hacerme un superdesayuno y me planté con él en mi añorada silla de escritorio, pies en alto sobre la mesa.
De fondo «Qué bonita la vida» de Dani Martín (por aquello de sintonizar con mi momento) y después pasé a Nina Simone.
Vista sobrevolando éste cielo tan indeciso que hemos tenido hoy en Madrid y me dije:

«NO a responder correos, no a ese proyecto profesional bonito pero para el que no tengo tiempo, no a coger el teléfono, no a ponerme al día en algo, (ya aprendí que «estar al día» ni está en la sección de libros de Psicología ni en los de Empresa, está en la sección de Ciencia Ficción), así que hoy me dije: no pensar, sobre todo… NO, A PENSAR.

Me transformé en la bellísima Cate Blanchett y embriagada por el aroma de Giorgio Armani me dije : «sì alla vita, sì alla libertà, sì al silenzio, sì alla seduzione, sì a me stesso, sì all’amore, sì alla leggerezza»

Como escribir en el blog es para mi un trocito de todo eso, empecé a darle a la tecla.

Pero a medida que la «leggerezza» entraba en mi, literalmente me ha entrado una flojera descomunal, está claro que la tensión nos mantiene en pie y al destensionar, me ha dejado sepultada bajo toneladas de cansancio.

Tras varios intentos de tecleos y destecleos decidí hacerme caso y «no pensar». Largarme a respirar nuevos aires mientras en mi mente seguía resonando (quisiera o no):

«Que bonita la vida
Que da todo de golpe
Y luego te lo quita
Te hace sentir culpable
A veces cuenta contigo
A veces ni te mira
Que bonita la vida…

Un encuentro, silencio, un abrazo de horas.

Luz apagada


Pero os tenía en mente, «no puedo vivir sin vos», así que he encendido de nuevo la luz y como no me queda otra opción porque me pilláis al otro lado de la pantalla, he querido poner palabras para expresaos de alguna forma lo que hubiera querido daros y recibir. Silencio, algún que otro abrazo. Que supiérais que estoy y saber que estáis.

Dulces sueños…

[dt.: Yo espero que a mi no me estén esperando los que dejé aquí esta mañana, por si acaso largué las sabanas al tambor de la lavadora y puse otras de un blanco inmaculado]
💙💙💙